El presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, y el consejero de Agricultura, Gonzalo Arguilé, inauguraron ayer el inicio de los trabajos de ampliación de los regadíos sociales de Quinto, que permitirán dotar al municipio de 1.222 hectáreas de cultivo más desde comienzos del próximo año.
La empresa pública Sirasa (Sociedad de Infraestructuras Rurales Aragonesas SA) ha sido la encargada de realizar unas obras impulsadas por la Comunidad de Regantes La Loma. El jefe del Ejecutivo autónomo visitó la balsa de La Tosqueta y, posteriormente, recordó que la inversión total será de 8,7 millones de euros, de los que 6,5 son inversiones de la DGA y el resto, 2,2 millones, lo abonarán los agricultores.
Iglesias comentó que los agricultores de la margen derecha del río Ebro son los que tienen «más dificultades con el agua», por su ausencia, y por tanto «es donde se van a realizar este tipo de elevaciones, que con muy poco gasto permiten regar superficies con buen suelo para hacer producciones de maíz y alfalfa».
En total, el Gobierno aragonés pretende poner en riego hasta 14.000 hectáreas de la margen derecha. Iglesias recordó que hace un año se iniciaron los regadíos sociales de otros municipios, como Fabara, Maella y Caspe. «La idea es ir haciendo este tipo de manchas de regadíos con pequeñas elevaciones para regar zonas donde hay buen suelo y se pueden hacer producciones interesantes y competitivas», según señaló.
OBRA MUY DEMANDADA Por su parte, el consejero Gonzalo Arguilé señaló que esta es «una obra muy demandada» y subrayó que en la comarca de Ribera Baja del Ebro hay experiencia se cuentan con garantías para que funcione el regadío social.
Sobre la inestabilidad de la producción agraria, Arguilé afirmó que «la agricultura es un negocio al aire libre y, además, dependiente de la climatología, sobre todo del agua». En este sentido se mostró esperanzado de que el año 2006 sea un más lluvioso que el precedente.
Tras visitar la balsa de La Tosqueta, el alcalde de Quinto, Javier Abenia (PAR), manifestó que los vecinos de esta comarca acogen las obras con mucha alegría y recordó que las obras estaban pendientes desde 1985. El agua para estas 1.222 hectáreas de riego procede de una captación en el río Ebro mediante un canal de hormigón. Además, el proyecto contempla la construcción de un embalse regulador con una capacidad de 174.842 metros cúbicos, que permitirá aprovechar de forma más racional el agua para dar servicio a toda la zona regable.
EL PERIÓDICO (09/02/2006)