Pese a que la mayoría de los aragoneses se inclinaron en la Guerra de Sucesión a favor de Don Carlos, Archiduque de Austria, el señorío de Quinto se inclinó por los Borbones.
Por ello, Felipe V vencedor de la disputa dinástica, le concedió a Quinto el título de «lealísima Villa», como indicaba un azulejo existente hace décadas en la fachada de la antigua iglesia parroquial, que leía: «El día quinto del mes quinto del año quinto entró en Quinto Felipe V». Según esto el referido rey visitó la localidad el 5 de mayo del año 1705, el quinto tras su proclamación como rey. De lo cual, hace hoy exactamente, 304 años.