Quinto avanza en su empeño de restaurar por completo la antigua iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, más conocida como el Piquete, para convertirla en el epicentro de la vida cultural del municipio y en centro de interpretación del mudéjar aragonés, por tratarse de uno de sus más insignes exponentes.
Tras la completa recuperación del exterior, proceso que se inició hace más de una década, las obras se han trasladado al interior del templo, espacio que presenta un pésimo estado de conservación y que requerirá de un complejo proceso de renovación para devolverle su belleza original y esplendor. Los trabajos que se ejecutan ahora, a punto de terminar, corresponden a la undécima fase de actuación, y como el resto de intervenciones se encuentran enmarcadas en el Plan de Restauración de Bienes e Inmuebles de Interés Histórico Artístico de la Diputación Provincial de Zaragoza. En este caso para el periodo 2006-2007.
Esta fase de intervención cuenta con un presupuesto de 80.000 euros, de los que la institución provincial financia el 70% y el Ayuntamiento de Quinto, propietario del Piquete, se hace cargo del 30% restante.
Con esta inversión se ha procedido a la demolición de la solera de hormigón en la nave central y de los tabiques de las ventanas –a las que se ha reparado las jambas–, la reposición del fuste de la ventana mudéjar del ábside y el cerramiento de la nave central mediante la instalación de ventanas fijas realizadas en alabastro sobre cerrajería de acero inoxidable.
Una década en obras
Las obras han sido una constante en la historia reciente de la que fuera la antigua iglesia parroquial de Quinto, una construcción de gran interés histórico, artístico y arquitectónico que, debido al mal estado de conservación que presentaba, se cerró al culto en los años 50 y quedó «abandonada» a su suerte hasta la década de los 80. El templo, que data del siglo XV –de estilo barroco tardío–, formaba parte de un conjunto de carácter defensivo, sufrió graves desperfectos durante la Guerra Civil. Su ubicación en el cerro de la Corona, alto desde el que se domina todo el pueblo y el paisaje de ribera, hizo que la artillería de la contienda dañara gravemente la estructura de este edificio construido en su mayor parte con ladrillo, aunque también cuenta con algo de piedra y yeserías. De hecho la torre, uno de los elementos más devastados, fue consolidada junto con las cubiertas ya en los años 80 porque debido a su mal estado corría peligro de derrumbe inminente.
El proceso de recuperación exterior que iniciaron en 1996 los albañiles municipales, según el proyecto de los arquitectos Carlos García Toledo y Javier Peña Gonzalvo, culminó en diciembre de 2005 con la completa iluminación nocturna del monumento y su entorno. De esta manera la silueta del edificio se ha convertido de nuevo en una de las imágenes más representativas del municipio de Quinto y de la comarca. Méritos no le faltan porque la iglesia parroquial de la Asunción fue incluida en el Catálogo de la Arquitectura Mudéjar de Aragón y declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, el 14 de diciembre de 2001.