Desde el pasado mes de octubre, la calle Ramón y Cajal y Doña Urraca, se encuentran cortadas al tráfico rodado por la reforma integral que se está realizando en las citadas calles.
Estas obras contemplan, la renovación de la red de evacuación de aguas, el soterramiento de los cables eléctricos que existen a lo largo de la calle así como en los cruces, la instalación del gas natural, la renovación de aceras, sustituyendo las anteriores por unas nuevas de cemento impreso y la renovación total del antiguo pavimento (cemento) sustituido por adoquines, lo que hace que las dos calles presenten un aspecto mucho más elegante.
Este estilo de pavimentación llevado a cabo en las calles anteriores, se pretende extender a todas las calles de Quinto que conforman el casco histórico en próximos años.
Si las previsiones no fallan, a mediados de mes de junio, la calle podría estar abierta al tráfico completamente.