El ayuntamiento de Quinto quiere potenciar el interés turístico de su edificación más significativa, la iglesia de la Asunción, popularmente conocida como el Piquete. Para ello, una vez que se ha terminado con la restauración del exterior del monumento y a la espera de que en breve comiencen las obras de rehabilitación del interior del inmueble, se está trabajamdo en los alrededores del denominado Cerro de la Corona, sobre el que se asienta la iglesia.
Con este fin el municipio adquirió hace unos meses varios corrales de ganado situados junto a la parte interior de la loma, y una vez derruidas estas edificaciones se ha empezado a construir un muro en los límites de la elevación que tendrá una doble función: por una parte protegerá al cerro de la erosión producida por la lluvia y el viento, y por otro embellecerá la zona. Para cumplir con ambos cometidos se ha diseñado un muro escalonado, que desciende formando tres pequeñas terrazas en las cuales, unavez terminadas, se situarán varias jardineras repletas de plantas y flores. La construcción se está realizando con piedra procedente del propio monte de Quinto, especialmente apta para este uso, que además, como se pule previamente con un cincel la cara que quedará a la vista, presenta un bonito aspecto muy acorde con todo el entorno del Piquete. En el extremo de la terraza se situará una escalera para que los paseantes accedan al monumento. Por otra parte el espacio que queda entre el montículo y la calle se dedicará a zona verde, dontándolo de jardines, árboles y el mobiliario urbano necesario. También se está preparando una vía peatonal que rodeará completamente el cerro y que servirá de lugar de paseo.
Los trabajos son ejecutados por la brigada municipal de albañiles que, dirigida por Francisco Quintín, suelen ocuparse de buena parte de las tareas de construcciones, reparación y mantenimiento que acomete el ayuntamiento. De momento, las obras han deparado alguna sorpresa a los operarios como la aparición de una cueva natural bajo el cerro que fue utilizada como almacén por alguna de las viviendas que en sus orígenes debieron rodear el Piquete, cerrándolo y protegiéndolo.
Las actuaciones sobre el Piquete y su entorno están sirviendo además para embellecer la parte alta del casco urbano de Quinto, la calle de la Corona y sus aledaños, una zona en la que, según todos los indicios, está el origen de la localidad puesto que en ella se asentó el primer núcleo de población. Se trata, por tanto, de la parte más antigua ya que en los últimos años, dado que el pueblo tendió a extenderse hacia abajo, sufrió un cierto olvido y abandono.
Crónica de la Ribera Baja del Ebro